domingo, 20 de diciembre de 2009


Es una pena ver a una persona tan joven y sin embargo tan abducida ya por el discurso, las maneras y el lenguaje muerto de la política que se hace en nuestros días. Escuchar un discurso suyo es como escuchar completo un concierto de Melendi a través de un transistor, ¡¡ si ya suena mal en directo cómo sonará en el transistor!! Es decir que si la retórica de Zapatero ya de por sí induce al sueño cómo será el efecto causado por el discurso de quien intenta copiar un mal modelo teniendo además menos experiencia y por tanto menos recursos. Es una pena ver a una persona tan joven pero tan menguada ya de rasgos tan saludables en la gente de su edad como la espontaneidad y la rebeldía, la franqueza y el inconformismo. Tan joven y ya tan sometida al sistema, tan adoctrinada en la religión de la progresía y el socialismo de cartón piedra como puede verse a otros instruidos ya tempranamente en el culto, la liturgia y el sometimiento a la iglesia católica o a qualquier otra secta o disciplina de partido.

Es tan desalentador observar en ella los torpes intentos por asimilar el estándar político que representan los líderes a los que trata de imitar como ver a esos muchachos jóvenes o aún adolescentes aplaudir mansamente y asentir a todo en esa grada tras la tribuna del orador donde los sitúan ahora los estilistas de la escenografía mitinera. Siento por todos ellos una mezcla de pesar y desconfianza inmediata al verlos jóvenes pero ya fervorosos seguidores del discurso oficial, del orden imperante no se sabe muy bien si por fanatismo, o por un estúpido candor, por el pragmatismo siempre conservador de hacer carrera en la política o por una mezcla de todo ello.

Es triste porque Bibiana nació hija de un político del PSOE andaluz y ha crecido presenciando actos de partido y acudiendo a mítines fin de fiesta en campañas electorales casi siempre victoriosas. Ha asimilado desde pequeña ese lenguaje de eufemismos horripilantes, de corrección vacía, de frases hechas, de consignas oficiales. Toda esa logomaquia politiquera que atenta contra la verdadera comunicación y el buen sentido comenzó a modelar su mente cuando aún era una niña y carecía de capacidad intelectual para contrarrestar tal avalancha. Toda su vida ha transcurrido bajo la influencia directa de los mismos esquemas políticos y bajo el gobierno interminable del mismo partido. A ella además la han utilizado pronto como objeto decorativo para ilustrar con una cara juvenil, femenina y amable las bondades del producto político a vender.

Siento pena cuando la veo hablar en televisión, siempre la misma alocución monocorde, los patéticos intentos por copiar la gestualidad maquinal y aprendida de políticos más experimentados, es lastimosa su apariencia de autómata, de producto estándar recién salido de la cadena de montaje, duele escucharla decir "todos y todas" y otros disparates impuestos por la tiranía de las feminazis imperantes y al compadecerme de ella lo hago también de todos esos miles de jóvenes que acuden entusiastas a militar en las juventudes del partido cuando cumplen la edad reglamentaria, que apenas dejan atrás la adolescencia ya se han derrotado al sistema oficial, al lenguaje de la corrección política, al simplismo bipartidista donde o estás con nosotros o contra nosotros, a todos esos jóvenes que aparecen aplaudiendo al líder tras la tribuna, asintiendo a cada frase, tan jóvenes pero ya tan mansos.

martes, 1 de diciembre de 2009


Demonizar a las víctimas es un recurso abundantemente utilizado por este sistema mercantil y totalitario que gobierna el mundo actual con la ayuda necesaria de los medios de comunicación y su propaganda. Estos han presentado a los salteadores de barcos somalíes como una piratería que atenta contra la legítima labor de pesca de las flotas occidentales y usa de las vidas de los laboriosos y pacíficos pescadores como valor de cambio para exigir un rescate con el que enriquecerse por la vía criminal.

Lo que se oculta es que cientos de barcos operan furtivamente cada año en las costas de Somalia arrasando con toneladas de pescado y mariscos de los caladeros somalíes, esquilmando una fuente de alimentación primordial para los habitantes de uno de los países más pobres del mundo. Todo ello aprovechando la ausencia de un gobierno con poderes reales, incapaz de vigilar sus aguas y controlar sus zonas de pesca.

Además de la pesca ilegal organizaciones internacionales vienen denunciando desde hace años, con escaso eco, el vertido en aguas somalíes de residuos radiactivos como cadmio, uranio, mercurio, basura industrial, desechos hospitalarios y todo tipo de material tóxico que removido por el Tsunami que azotó el país en 2004 se ha precipitado sobre las playas ocasionando ya todo tipo de enfermedades en las poblaciones que aún viven del mar. La mayoría de estas actividades se lleva a cabo de manera ilegal y con la más absoluta impunidad aprovechando la incapacidad del gobierno Somalí para establecer un sistema de control que impida o persiga estos delitos perpetrados en sus aguas.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Estábamos sobrecogidos por las aberraciones inhumanas que se nos habían descrito sobre sus actos. Los medios de comunicación lo habían llamado ya "el monstruo de Tenerife", lo señalaron cómo un psicópata brutal y degenerado, incapaz de emociones humanas, algunos fueron a insultarlo y amenazarlo a su entrada esposado en los juzgados. Pero hoy el juez lo ha dejado en libertad sin cargos. Nada era cierto ni las quemaduras, ni los abusos sexuales, ni las agresiones de ningún tipo, la niña murió como consecuencia de un golpe que sufría días atrás al jugar en un columpio, las supuestas quemaduras eran en realidad manchas resultantes de la aplicación de una crema para la alergía que padecía, las agresiones sexuales, inexistentes, ni el más mínimo indício según los informes médicos. Murió tras sufrir lesiones internas después de su golpe en la cabeza mientras jugaba en un parque público. Las ediciones digitales de los grandes periódicos de internet apenas recogen esta noticia, sólo alguno la ha incluído brevemente en un rincón , otros ni siquiera eso, hasta el momento no han publicado absolutamente nada. Lección que se saca de todo esto: A los medios de comunicación no les interesa la verdad, sólo la fabricación, empaquetado y posterior venta de lo que ellos llaman noticias.

Cual si fuera el equipo femenino de gimnasia rítmica las ministras únen sus manos en un gesto de triunfo deportivo tras aprobarse en el congreso el proyecto de la nueva ley del aborto. Se supone que en la elaboración de este proyecto de Ley han intervenido también hombres pero ninguno aparece en la imagen. Parece querer decirse con ello que las leyes que afectan de manera más directa a las mujeres deben ser representadas públicamente por mujeres siendo excluidos los hombres de toda referencia a su autoría o implicación en las mismas . De esta manera por intereses políticos se legisla sobre hombres y mujeres, como sujetos de derecho distintos y diferenciados por cuestión de su sexo. El ultracatólico PNV siempre dispuesto a vender su voto por un plato de lentejas vascas votó a favor a pesar de incurrir con ello en grave pecado.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

MALÉOLO 4 ESPAÑOLES 0



Según el barómetro del CIS los problemas que más preocupan a los españoles en estos momentos son: el paro, el terrorismo y el maléolo de Cristiano Ronaldo. Hace un par de semanas me disponía a escuchar una de esas tertulias radiofónicas donde un grupo de contertulios sienta cátedra despachando los asuntos de actualidad, por cierto que yo formaría de inmediato un gobierno de contertulios con lo más escogido de cada emisora y lo pondría al frente del país porque cada tertuliano lleva dentro un sabio (aunque sea muerto por asfixia) y es seguro que si saben la mitad de lo que aparentan sacarían al país de la crisis en cuestión de horas, pues como iba diciendo encendí la radio mientras cenaba con la intención de ilustrarme con la sabiduría inacabable de los contertulios de guardia cuando...¡Oh Sorpresa! No llega a mis oídos la voz para mí familiar y entrañable del corrillo de opinadores profesionales de la emisora escogida sino que para mi disgusto suenan las no menos familiares voces de los chicos que comentan las retransmisiones de fútbol y sus alegres sintonías (casi todas las emisoras tienen entre sus filas para el comentario a un árbitro cobarde, traidor de los suyos varios exfutbolistas de entre los cuales siempre hay uno extranjero de cómico acento, y un reportero a pie de campo del que todo el mundo se chotea y al que los guardias de seguridad “nunca le dejan hacer su trabajo”). Desconcertado me dije a mí mismo que no podía ser pues no era jornada de liga, ni de Champions, ni siquiera jugaba la selección española uno de esos partidos de clasificaciones eternas, efectivamente no se trataba de ninguno de los eventos antes citados, no me equivocaba en eso pero tras oír unos minutos caí en la cuenta, abochornado de la ignorancia a la que vivo sometido por causa de mi propia desidia vital y de mi desinterés cada vez más preocupante por la información futbolera, de que se disputaba esa noche nada menos que los dieciseisavos (palabra horrible donde las haya) de la Copa del Rey o como se dice ahora “de copa del rey” también llamada por los periodistas (sólo por ellos, dice muy poco de una expresión que sólo la utilicen los periodistas) “el torneo del K.O.”, (nadie le dice a otro en la calle “¿viste ayer el torneo del K.O.?”)

Pues sí amigos nada menos que los dieciseisavos. Cómo es lógico hubo que suspender la programación habitual porque toda España precisaba conocer puntualmente este evento decisivo en el que se disputaban partidos de interés general como el Alcorcón- Real Madrid, Marbella-atlético de Madrid y este otro que es todo un clásico del fútbol español: Atlético ciudad-Sevilla (ignoro por cierto la ciudad a la que representa el tal“atlético ciudad”) así que aún dolido por la ausencia forzosa del rebaño de comentaristas políticos pastoreados por el moderador de turno y su consiguiente elaboración de la actualidad entendí que los dieciseisavos había que darlos a toda costa. Por cierto se me olvidaba otro deslumbrante choque de esta jornada: ¡Peña cultural Leonesa-Barcelona F.C.! Encuentro electrizante que todos pudieron ver en “La Sexta” con unos niveles de audiencia que supongo estratosféricos. Al día siguiente hubo un atentado en Pakistán que mató a más de cien personas pero la noticia que más preocupaba al periodismo español y centraba su interés, sección contertulia incluida, era el 4-0 encajado por el Madrid ante el Alcorcón, y es que el pueblo español tiene sus preferencias a la hora de informarse y Pakistán queda muy lejos. Ciudadanos del mundo! Reuníos todos en oración por el maléolo de CR, cuando el jugador desaparezca, y espero que Dios le dé una larga vida, deberían ceder su maléolo como reliquia para la iglesia, y que acabe ya la tiranía de la sábana santa en el ránking de reliquias, el maléolo incorrupto de Cristiano Ronaldo si que está llamado a realizar grandes portentos.

domingo, 4 de octubre de 2009

El efecto de los Rayos Gamma sobre las Margaritas


Paul Newman dirigió en 1972 esta hermosa película basada en la obra de teatro por la cual su autor Paul Zindel obtuvo el premio pulitzer un año antes . Joanne Woodward, esposa de Newman, fue la designada para encarnar a Beatrice Hunsdorfer el personaje principal y probablemente tanto para Newman en su faceta como director como para Woodward en su carrera de actriz fue esta la mejor película de ambos.

LOS PERSONAJES

Beatrice Hunsdorfer es una viuda que vive en una vieja casa con sus dos hijas adolescentes. Su marido la abandonó poco antes de morir dejándole únicamente una modesta pensión de la que, con alguna dificultad, viven madre e hijas. Beatrice es una mujer difícil por su personalidad extravagante a la que acucia además un fuerte resentimiento contra todo y contra todos incluidas sus propias hijas. Piensa que el mundo que la rodea conspira contra ella para negarle la oportunidad de una vida mejor. Su inestabilidad emocional y su desequilibrio personal sólo le dejan tiempo para pensar obsesivamente en sí misma y en su infortunio desatendiendo la relación con sus hijas a las que trata con despotismo. Únicamente vive con la esperanza de que un golpe de suerte venga en ayuda de las iniciativas poco realistas que su mente concibe y la saque un día de la amargura e insatisfacción en las que vive. En esa búsqueda desesperada consume sus días llena de ansiedad y sarcasmo.


Ruth es la hija mayor de Beatrice, una adolescente extrovertida que ha heredado algo del ingenio e histrionismo sarcástico de su madre. En el instituto se interesa más por los chicos que por los estudios. Para complicar más la situación familiar padece de epilepsia y ataques de pánico nocturno lo cual ensombrece aún más la deprimida atmósfera familiar que reina en la casa y es también expresión del ambiente psíquico poco salubre que Beatriz ha irradiado a su familia. Ruth vive dolida y resignada en su interior por la falta de cariño que su madre demuestra hacia ella y su hermana pero sabe que habrá de llegar el día en que su subleve contra Beatrice "incapacitando" su autoridad materna.

La pequeña Matilda de carácter tímido y asustadizo vive bajo el miedo que le inspira su madre. Ante los desvaríos y las ácidas reprimendas que esta le dirige ella calla y agacha la cabeza en actitud de sumisión. Frente a la representación hostil del mundo y de la vida que Beatrice intenta inculcarle "¿no odias el mundo Matilda?" ella se refugia en la belleza de la ciencia que representa un mundo más ordenado y humanista. El señor Goodman, su profesor de ciencias naturales, le habla acerca de los átomos de los que todos estamos compuestos procedentes de estrellas que estallaron hace millones de años en el espacio. Así nace en Matilda un deseo de trascender el caos y la mediocridad en la que vive a través de la ciencia que le ofrece una visión llena de armonía y un anhelo de elevación intelectual y espiritual.

ANÁLISIS SIMBÓLICO Y PSICOLÓGICO

La presentación del personaje de Beatrice ante el público se lleva a cabo mediante un plano muy elocuente que nos adelanta ya mucho de su compleja personalidad. El rostro de la mujer aparece reflejado en un pequeño espejo en el que se mira, en el interior de unos almacenes mientras, comprueba cómo le quedan las distintas pelucas expuestas para la venta. Aquí hay una metáfora clara que expresa el deseo inconsciente del personaje de ser otra persona, con una vida distinta alejada de la frustración en la que ella vive. Estos planos hacen hincapié del mismo modo en los rasgos excéntricos de su personalidad puesto que las pelucas que se prueba son en su mayoría extravagantes y de colores llamativos. El personaje delata aquí también su carácter indeciso y la inseguridad de su proceder cuando en una interpretación magnífica Joan Woodward mira de vez en cuando a su alrededor con expresión temerosa, inquieta ante la posibilidad de que alguien pueda estar observándola y riéndose de ella.

El estupendo guión de esta película está cargado de frases llenas de ironía e ingenio que sintetizan el pensamiento y la personalidad de Beatrice. Es una mujer que está dejando atrás la juventud y siente que ha comenzado su período de decadencia física. Cuando Ruth le pregunta que por qué ha comprado una peluca ella le contesta: "porque llega un momento en la vida de toda mujer en el que oye una vocecita que le dice: cómprate una peluca".

LA CASA

El estado de la casa de la familia Hunsdorfer es una figura analógica del estado mental de Beatrice. La casa es un puro desorden y la limpieza deja mucho que desear. La escasa luz de la vivienda agudiza aún más su aspecto deprimente. Todo aparece lleno de objetos inútiles, viejos cachivaches, muebles dispares y oscuros, sillas y mesas distribuidas sin ningún criterio estético ni funcional. Los cacharros sucios se apilan por decenas en los fregaderos herrumbrosos de la cocina. El mismo desorden puede observarse en el porche y en el terrerno exterior de la casa donde sólo quedan restos amarillentos y matojos de lo que en otro tiempo fuera el césped, surgen arbustos desnudos de hojas y todo el conjunto no es más que un vertedero a lo largo de cuya extensión se distribuyen al azar todo tipo de trastos inútiles.

En la desolación de esta casa oscura, sucia y caótica hay una estancia sin embargo que es un reducto de orden y limpieza. La habitación dispuesta para el alquiler es la única en la que Beatrice pone cuidado y se esfuerza en que esté siempre impecable a la espera de que sea ocupada por alguien. Esta habitación representa la esperanza en la vida de Beatrice, la ilusión de que su vida mejore, y es un símbolo que quiere significar un punto de luz entre las tinieblas de la mente del personaje. Hay por tanto el atisbo de un camino de redención para Beatrice y en ello concentra su empeño inconstante y lo mejor de sí misma. La limpieza escrupulosa y el aspecto agradable de esta habitación evidencian que el personaje no es incapaz de obrar de manera constructiva cuando consigue salir por breves momentos de la apatía y el desinterés que condicionan su vida.

La familia Hunsdorfer vive bajo la anomalía pues en ella existe una inversión en el rol de sus integrantes. Esto queda expresado en la escena en la que las hijas despiertan a su madre antes de irse al colegio. No es la madre quien comienza el día levantándose para preparar el desayuno a sus hijas antes de despertarlas sino más bien al contrario dejando al descubierto el desinterés y la desgana que siente Beatrice a menudo hacia sus responsabilidades como madre.


LA ANCIANA

La llegada a la casa de la anciana cierra el círculo generacional de las mujeres que la habitan. La vieja Annie es una proyección en el futuro de Beatrice y así lo presiente ella misma cuando en un determinado momento contempla absorta desde la cocina la aparición fantasmal y ralentizada de la vieja, que camina sigilosamente por los pasillos ayudándose de su andador. Al igual que la anciana Beatrice está abocada a una vejez solitaria, abandonada por sus hijas. De hecho Ruth expresa un desprecio profundo hacia la idea de tener que cuidar a Annie, la anciana enferma, y este rechazo anticipa cual ha de ser su actitud futura cuando llegue la vejez de su propia madre


LA RELACIÓN ENTRE BEATRICE Y SUS HIJAS

Beatrice tiene una relación difícil con sus hijas. La causa de ello es el egoísmo al que la tiene sometida la actitud escéptica y rencorosa que manifiesta su pensamiento y su manera de conducirse. Vive ensimismada en sus propios problemas y probablemente piensa que el hecho de tener hijas a su cargo es una complicación más de la que desearía liberarse a veces.

Tras años de acumular rencor e ira hacia el mundo en el que vive, Beatrice está llena de amargura y como mecanismo de defensa ha desarrollado un carácter lleno de matices irónicos y un humor ácido y sarcástico. Ello provoca que entre ella y sus hijas se haya levantado un muro difícil de franquear que dificulta la expresión mutua de sentimientos. Ante la dificultad y el pudor que supone para ella expresar a sus hijas el cariño que siente acaba por sustituir la comunicación con ellas por un lenguaje imperativo cargado de despotismo y de ironía en el que parece sentirse más cómoda.

"no me gusta que se rían de tí... si se ríen de tí se ríen de mí" dice a Matilda dejando al descubierto que sólo concibe a sus hijas como una prolongación de su propio ego. Por eso reacciona con ira cuando observa la influencia de otras personas en ellas lo que entiende como una competencia intolerable. Pese a todo Beatrice quiere a sus hijas a su manera y demuestra su ternura hacia ellas en una hermosa escena en la que ,abrazada a Ruth, la tranquiliza tras haber sufrido esta una crisis de pánico durante la noche (aunque paradójicamente su hija se encuentra en tal estado que apenas percibe conscientemente este gesto amoroso de su madre).

Ruth almacena en su interior un rencor creciente contra su madre cuya figura opresiva trata de conjurar ridiculizándola en una determinada escena ante sus compañeros de clase en la que interpreta para ellos una imitación paródica llena de mordiente contra ella.


El camino de evasión de Matilda es distinto. Ella apenas es una niña aún y su carácter apocado le impide desafiar abiertamente la autoridad materna. Ha encontrado en la belleza de las ciencias una puerta de salida y al traspasarla dejará atrás para siempre la visión gris de la vida que el despotismo de su madre quiere instaurar.
El profesor Goodman (su nombre no es casual) eleva el espíritu de Matilda cuando en sus clases habla de la materia de la que estamos compuestos: átomos que bien podrían haber pertenecido a seres benéficos para la humanidad como Lincoln o Moisés y, yendo más allá, de la posibilidad real de que nuestros átomos provengan incluso de otros planetas y estrellas que explotaron hace millones de años. Todo esto simboliza una nueva perspectiva en la vida de Matilda, un orden distinto cargado de belleza y poesía. Hay aquí una conexión con lo espiritual a través de lo científico, pues en este caso ambos términos no son contradictorios, ya que subyace en esa referencia a las estrellas y a la inmortalidad de sus átomos un afán por buscar la trascendencia de lo puramente material y mundano a través de la observación de los fenómenos del cosmos; siendo este una representación de la divinidad creadora que irradiaría su propia naturaleza original hacia todo lo que está constituido en el universo. Matilda encuentra así una salida en el descubrimiento de la belleza de la inmensidad del cosmos de la que, en nuestra pequeñez, todos los seres humanos formamos parte. Eso es lo que parece vislumbrar en las clases del señor Goodman y en esa certeza comienza a desarrollar su descubrimiento acerca de la belleza de la vida, de la suya propia y de su valor como ser humano frente a la sordidez y el escepticismo del carácter negador y sarcástico de su madre.


EL SÓTANO Y LA COLINA

La secuencia del sótano de antigüedades resulta muy rica simbólicamente y supone un momento crítico para el personaje de Beatrice, pues es en este lugar donde llega a alcanzar el fondo de una desesperación que se acerca peligrosamente a la locura.
Tras conocer a cierto hombre en el bar en el que intenta mitigar su último revés es conducida por este al sótano en el que él almacena las antigüedades con las que comercia. Los planos desde arriba muestran una enorme sala oscura llena de todo tipo de antiguallas que se apilan polvorientas e inútiles en la mayoría de los casos. El sótano es una representación simbólica de la mente de Beatrice. Si en el desorden de su casa se hace notar también este simbolismo, se contamina allí de otros significados pues existe al mismo tiempo la intención de mostrar la negligencia con que ella aborda las tareas domésticas y la atmósfera de decadencia familiar. Sin embargo el sótano libre de aquellas connotaciones es una sublimación en estado puro de la situación mental de Beatrice. Para acceder a este sótano hay que bajar desde la superficie, es decir, estaríamos penetrando en el interior de su alma. Los trastos que se cubren de polvo en el sótano son una metáfora de los pensamientos y los recuerdos que han quedado atrapados en la mente de Beatrice: en su mente también abundan los "objetos antiguos" es decir en ella acapara todo tipo de recuerdos traumáticos, interpretaciones erróneas, prejuicios, rencores, imágenes, disgustos, sinsabores, pequeños odios, envidias, complejos, resentimientos, , dudas, etc. Toda una amalgama de material psíquico pernicioso que hace referencia al pasado y que constituye un espacio claustrofóbico e insano que obstaculiza la evolución favorable del personaje y amenaza con asfixiarla en este ambiente enrarecido que lejos de menguar se agranda por momentos.
La conducta del hombre que la acompaña al intentar abusar de ella actúa como la chispa que hace explotar la desesperación de Beatrice. Allí en el interior del sótano/mente ella estalla de rabia y dolor al descubrir ante sí la magnitud cada vez mayor de su frustración. Y esa explosión de ira es la reacción propia de quien se siente perdido ante un problema cuya raíz no sabe identificar, el grito de terror ante la percepción de una angustia que le quema y que le oprime con un origen que no es capaz de comprender y cuyo remedio por tanto es incapaz de llegar a alcanzar.


La secuencia posterior a la del sótano es la de la colina que viene determinada en su contenido por el intento de oponer una situación contraria a la anterior. Tras huir del sótano presa del histerismo Beatrice espera el amanecer en el interior de su coche detenida en la cuneta de la carretera. Con las primeras luces del día, es decir con una luz pura y blanca en oposición a las tinieblas del sótano/mente ella, presa aún de una gran agitación mental, abandona el coche y comienza instintivamente a ascender por una ladera verde y despejada en contraposición al espacio subterráneo y atestado que supone el sótano. Necesita respirar aire puro, es decir aún inconscientemente y a la desesperada sabe que necesita salir del cerco opresivo al que su mente la tiene sometida si no quiere acabar enferma y desquiciada. El propósito de ganar altura ascendiendo por la colina en una loca carrera para alcanzar su cima ejemplifica también su deseo interior de obtener una visión de conjunto más atinada, "desde arriba" que le permita al fin liberarse del lastre que tira de ella hacia abajo y orientarse correctamente para conducir su vida y la de sus hijas por el camino adecuado.

Pero el pasado, que no le da un respiro, la persigue en forma de agente de policía que la sigue subiendo la ladera tras ella para amonestarla por su estacionamiento indebido. Cuando ella se detiene y ambos se encuentran el policía resulta ser un antiguo compañero de instituto. Mantienen una charla sobre los viejos tiempos y en el transcurso de ella el policía le hace saber que está casado con Marion Coley, una antigua rival de Beatrice , y además le hace notar que ha resultado ser un feliz matrimonio.
El ascenso por la colina de Beatrice (es decir su intento de pensar con claridad y liberarse del pasado que la oprime) ha cesado bruscamente al ser detenido por el policía (una represetación del pasado, un agente de la autoridad al servicio de su propia mente enferma que la detiene antes de que ella pueda dar un paso que opere cambios que la liberen de su opresión) y toda pretensión de pensar con claridad se diluye al irrumpir de nuevo en su conciencia el pasado y con él los sentimientos de envidia y resentimiento contra aquellos que ella imagina más afortunados.


EL CONEJO BLANCO

El conejo blanco que cuida Matilda como tarea extraescolar asignada por su profesor de ciencias posee también connotaciones simbólicas de las que cabría decir algunas cosas. Atendiendo al rol que en el libro de Lewis Carrol “Alicia en el país de las maravillas” se le adjudica a la figura del conejo blanco bien puede decirse desde entonces que esta figura emblemática representa a un ser que tiene el poder de guiarnos en el tránsito entre dos realidades opuestas. Es decir que actuaría como un guía que nos conduce hacia una dimensión distinta a la nuestra si nos mostramos dispuestos a seguirlo. De esta manera Matilda realiza su particular viaje al otro lado del espejo hacia un mundo luminoso, pleno de sentido donde todos los fenómenos naturales y sus milagrosas manifestaciones cobran una significación sagrada. Al cruzar este umbral abandona definitivamente la oscura dimensión que habita su madre en la que todo es un vacío de mezquindad y escepticismo. El conejo blanco es en realidad un avatar del profesor Goodman que es de quien intenta vengarse Beatrice cuando mata al animal. Este acto es inconscientemente un sacrificio ritual con el que la madre de Matilda pretende por un lado dañar de alguna manera a quienes se ríen de ella y por otro neutralizar la influencia de terceras personas e impedir la huida de su hija hacia una realidad más armoniosa y dotada de sentido.

Pero el señor Goodman y su conejo blanco han completado para entonces su tarea y el sacrificio del animal que en su simbolismo se ocupa de conducir al viajero hacia otra esfera resulta ya inútil. Cuando Matilda descubre su cadáver no rompe en un llanto infantil como podría esperarse de ella porque la transformación ya se ha operado. El acto de entrega del primer premio de la feria de ciencias escenifica el ritual del paso a un estado mental distinto y en esta ceremonia se la inviste por fin del poder que le otorga la nueva perspectiva vital en la que se sitúa. La culminación de este proceso la convierte en una persona llena de equilibrio y fortaleza. Matilda ha dejado atrás el miedo y la inseguridad infantiles y experimenta un proceso de maduración que la libera de la tiranía de su madre quien continuará irremisiblemente perdida en el oscuro sótano de su mente. Por eso Matilda reacciona con serenidad y se limita a llevar el conejo fuera de su habitación depositando su cadáver en el exterior de la casa. Allí deja al descubierto, ante los ojos de todos la maldad inútil del acto de su madre exhibiendo el cadáver del conejo que es también el cadáver de su antigua personalidad.



EL FIN DE LA AUTORIDAD DE BEATRICE


Cuando Ruth oye casualmente la conversación en la que una profesora y antigua compañera de clase de Beatrice hace referencia a esta como “Betty la loca” y rememora alguna de sus extravagantes “hazañas” de aquella época Ruth siente que comienza a derrumbarse el poco respeto que aún siente por su madre.

su madre está “loca” como ella misma sospechaba ya, lo confirma al oírselo decir a una profesora del colegio que la conoció bien. Esta circunstancia viene a conceder a Ruth el argumento que necesitaba para emanciparse, al menos moralmente de su madre y desde entonces esta queda deslegimitada para ejercer sobre ella autoridad alguna.

“¡Betty la loca!” le grita una y otra vez en la escena en la que la madre se prepara para ir a la entrega de premios. Beatrice se derrumba al rememorar el adjetivo cruel con el que se la maltrató en el pasado esta vez en boca de su propia hija. Y a partir de aquí será ya incapaz de hacerse respetar como madre.


Beatriz llega tarde y con unas copas de más al salón en el que se han entregado los premios de la feria científica. Ataviada con un viejo traje de noche que desentona por completo con la naturaleza del acto, Beatriz presa de sus emociones y del alcohol se entera de que su hija ha ganado el primer premio. El público ya ha abandonado el local sólo quedan sobre el escenario los premiados sus profesores y algunos familiares. Beatrice se acerca al escenario sin subir a él (ella está abajo y sus hijas Matilda ganadora del premio y Ruth que la acompaña se sitúan en un simbólico plano superior, es decir sus hijas están ya por encima de la jerarquía materna) y desde abajo, al borde de la histeria, repite la frase que había ensayado para tal ocasión "mi corazón está henchido de orgullo” .

La secuencia final en el terreno exterior a la casa escenifica el nuevo status quo familiar. Beatrice , con una vaso de whisky en la mano, habla allí de limpiar el jardín para convertirlo en un lugar agradable en el que sus hijas puedan hacer vida social con sus amigos. Existe en la formulación de este proyecto una promesa de regeneración que pretende recuperar el respeto y el cariño de sus hijas. Pero Ruth, que la escucha sentada en el jardín, la observa con una dura mirada de desprecio como quien escucha los desvaríos de una persona que tiene su mente extraviada. Entonces aparece Matilda exhibiendo el cadáver del conejo blanco para avergonzar a su madre y todo pone de manifiesto que Beatrice habla ya solo para sí misma porque nadie la cree ni la escucha incluso ella misma se sabe vencida.



Al final Matilda, sentada en el porche en medio de la noche rememora las palabras de su exposición durante el concurso de ciencias y tras ello se escucha la frase que certifica su triunfo sobre el oscuro espíritu de su madre al afirmar su fe en la belleza y en el valor de todo lo creado: “No mamá, yo no odio el mundo”.


miércoles, 16 de septiembre de 2009

DESCACHARRANTE THRILLER. Los hindúes han desarrollado una próspera industria cinematográfica y musical fabricando versiones propias de éxitos internacionales para dárselo todo bien machacadito y comestible a su público, porque al parecer la versión original en crudo de películas y músicas extranjeras se les atraganta o no les sabe a nada por más que les pongan subtítulos. Algo parecido ocurre en EE.UU donde siempre están rodando guiones que han triunfado en Europa o Asia para hacer su propia versión que generalmente incluye algunas explosiones, vengan o no a cuento, varios tiroteos encarnizados y quince planos distintos y simultáneos sobre un coche que cae al mar desde el muelle tras una persecución surrealista. El caso es que los hindúes hicieron esta fabulosa versión de "Thriller" con un presupuesto algo más modesto que la original pero con idénticas pretensiones artísticas. Es de reseñar la hilarante coreografía de epilepsia zombi y los inútiles intentos del Jackson hindú por poner caras terroríficas.

martes, 15 de septiembre de 2009

TEDDY EL VILLANO

Vivimos en nuestros días bajo la tiranía despótica de la belleza física y sus patrones sagrados. El sistema económico imperante dicta cómo ha de ser nuestro estilo de vida y nos conduce, cada vez más sutilmente, por el camino que lleva al fabuloso reino del consumismo eterno: la tierra prometida del liberalismo, del mercado único, el paraíso del anunciante, un mundo perfecto ajeno a cualquier valor que se interponga entre el consumidor y los objetos de consumo. Será un mundo de hombres y mujeres que compran, y nada más que eso, un mundo de consumidores en estado puro al fin y no una sociedad de ciudadanos con derechos y libertades.

Lo que se pone en venta hoy día, que es prácticamente todo y a qué precios, se envuelve cuidadosamente en un papel de regalo llamativo, sugerente, atractivo a la vista. Y las personas encargadas de presentar los productos ante el público son cuidadosamente escogidas por su capacidad de comunicar, por su físico agradable, , por su amable sonrisa o por su belleza, poco importa que tras esa fachada y ese mensaje no haya absolutamente nada, porque cuando la mayoría se dé cuenta ya será demasiado tarde.

Hoy todo son relaciones públicas, imágenes de marca, portavoces y representantes con una buena imagen. Esta dictadura ya aburre por lo monocromático de su mensaje, por la uniformidad de sus maneras y por la falsedad estridente de su mundo perfecto donde todo se presenta, como en la nueva cocina, sobre un lecho de frutas caramelizadas, porque ahora todo se "carameliza" para vender un "concepto" atractivo y original aún a costa de sacrificar el verdadero sabor y la esencia de las cosas.

Por eso se agradece que los artistas, constituidos en gremio que vela por sus intereses, hayan elegido para que les represente y dé la cara ante los medios a alguien tan poco telegénico, con tan escaso poder de seducción y con tal incapacidad para comunicar como el señor Teddy Bautista, la encarnación más sobresaliente del personaje del villano en la España de hoy.

La sociedad que pretende la virtud y la bondad precisa de paradigmas opuestos, de contrarios contra los que unirse, y siempre es necesario tener algunos villanos enfrente.Teddy quiere quitarnos uno de los mayores logros ciudadanos de los últimos tiempos: las descargas gratuitas, ese inmenso corte de mangas del español medio contra la industria discográfica y audiovisual que desde siempre venía manteniendo raquíticas y casi en la indigencia nuestras colecciones de música y películas por culpa de sus precios escandalosos.

Teddy encarna muy bien su papel de malo y creo que se siente cómodo ocupando ese lugar. Le ayudan su cara de duendecillo perverso, de profesor chiflado y viejo cascarrabias. Lo caracterizan bien sus blancas y pobladas cejas que casi ocultan sus ojillos centelleantes, los pelos que escapan del fondo de sus orejas y esa aviesa sonrisa suya a veces tímida y casi siempre inquietante. También le acompaña una voz ronca, asmática y apagada y su nula habilidad para explicarse con claridad y construir un discurso convincente.

Teddy no resulta simpático a nadie. Sin embargo los artistas están encantados con él. Defiende bien sus intereses y concentra en su figura y en su personaje todos los insultos, todas las inquinas y todo el desprecio que despierta la política de la sociedad general de autores. Y los artistas pueden seguir tranquilos porque simplemente se les conoce como eso: como “los artistas” que forman parte de la SGAE y respaldan sus iniciativas pero que apenas representan un rostro visible para la multitud porque permanecen en un cómodo anonimato, en un vago conjunto gremial sobre el que la reprobación del ciudadano pierde fuerza al toparse con un colectivo disperso situado al fondo, en la penumbra de la sala.

Pero Teddy está en la tribuna, ante las cámaras y los focos, en primer plano. No tiene que ser fácil ser Teddy Bautista y salir a la calle todos los días (supongo que con escolta) sabiendo que la mayoría te mira con desprecio o te insulta abiertamente. Incluso Ramoncín, ese muchacho lenguaraz siempre hambriento de protagonismo, salió huyendo cuando comprobó la dureza que suponía interpretar el papel de Teddy, sentir en la nuca cada día el aliento de desprecio de cuarenta millones de españoles. No, no es fácil hacer de Teddy y seguro que las corporaciones y los intereses que representa le pagan generosamente porque el villano de Teddy está encantado con su papel.

domingo, 23 de agosto de 2009

UNA JORNADA EN EL CHILLAR (FINAL)



Construída en los años veinte del siglo pasado la presa señala el fin de la ida. Quien desee continuar hasta el nacimiento del río deberá recorrer aún unos seis kilómetros más por un terreno muy difícil. Nosotros enfrentaremos ese reto en otra ocasión pero en este momento nos disponemos a regresar a Nerja. Sin embargo no tomaremos a la inversa el mismo camino que nos ha traído hasta aquí por más que esa sea la opción oficialmente recomendada.


Para la vuelta hemos elegido seguir el curso del canal que parte de la presa hidroeléctrica y baja hasta la llanura . A veces caminando sobre el estrecho pretil de piedra que lo contiene y en otras ocasiones siguiendo su trazado sobre algunos tramos apenas soterrados.


Nuestro camino recorre zigzagueante una de las laderas del valle y llega a alcanzar alturas de centenares de metros sobre el lecho del río. El estrépito que sus aguas provocan más abajo llega hasta aquí como un rumor sereno y musical.

El Juaki se detiene un momento entre la espesura y alza la vista hacia las crestas más altas, no hay que olvidar que él como Sigfrido es un hijo del bosque y sabe descifrar enigmas que para nosotros permanecen impenetrables. Aquí parece haber percibido algo ¿acaso el llamado ancestral de los espíritus de la montaña? ...


El grandioso silencio de estas soledades es algo con lo que solo podemos soñar en nuestras ciudades, en estas alturas se impone incluso al rumor del río que parece acallarse en señal de respeto a la montaña. Es placentero no escuchar nada al principio, pero horas después el placer desaparece y comienza a percibirse la angustiosa opresión que ejerce este silencio ilimitado sobre quienes no estamos habituados a él. (Nótese que el Juaki aparece minúsculo en medio de la foto situada sobre estas líneas).

Hay que andar muy atento por aquí porque el camino es muy estrecho y solo una escueta alambrada nos protege de la caída fatal, en algunos tramos ni siquiera eso.

Hemos descubierto el movimiento de algunas ardillas entre los árboles cercanos, el Juaki imperturbable a solo un paso del abismo se detiene a observarlas sin más.


Estamos ya muy cansados, nos invade el agotamiento y un dolor insoportable en los pies, llegados a este punto las bellezas de la naturaleza nos la traen al fresco. Lo único que quiere uno a estas alturas de la jornada es llegar a casa cuanto antes, tumbarse en el cómodo sillón y adormilarse haciendo zaping ante el televisor: lamentable amigos, pero real como la vida misma.


Un hermoso panorama ante nuestros ojos. Se acabó el sendero del canal y debemos iniciar el descenso que será una auténtica tortura porque estamos ya exhaustos y nuestros pies sufrirán en la bajada más que nunca. Una vez abajo deberemos andar varios kilómetros aún en dirección al pueblo. Desde aquí podemos ver la cantera que marcó el inicio de nuestro sendero ( no es otra cosa que la mancha blanca entre las sombras a la derecha). También puede verse el viaducto bajo el que pasamos a la ida, Nerja, donde espera nuestro coche y finalmente el mar.

martes, 11 de agosto de 2009

UNA JORNADA EN EL CHILLAR

Nos dirigimos hacia el río Chillar tras abandonar el área urbana de Nerja (el lugar donde yace chanquete aquel gran acordeonista) vamos a iniciar la remontada de este río que nace en la sierra de Almijara. lo haremos en su primer tramo es decir el que va desde la cantera hasta la presa. El caminante, entre cañaverales, se dirige con paso decidido hacia su destino en uno de los días más calurosos de este verano, mientras el viaducto al fondo, cual colosal pórtico de piedra, parece custodiar el paso a una dimensión distinta en la que entran en juego las leyes agrestes e implacables de la naturaleza.

Hace aquí aparición el otro protagonista de la jornada. Mi amigo Joaquín, de aquí en adelante "el Juaki"un amante fervoroso y espiritual del campo y la montaña, un espíritu atento al llamado telúrico mediador entre el hombre y la naturaleza. En definitiva un alumno aventajado de las enseñanzas del universo sutil (estrenando además para la ocasión mochila nueva, impermeable nada menos, perfecta para un sendero fluvial).

Llegamos a la cantera que marca el inicio del sendero. La blancura inerte de la colina seccionada por el hombre para su explotación contrasta con el paisaje salvaje y vivo que la rodea mostrando impúdicamente su esqueleto arenoso como evidencia de su naturaleza esquilmada.

Por docenas los domingueros y veraneantes de la costa cercana acuden al sendero para refrescarse mientras remontan el río viviéndolo todo como si se tratase de un día más de playa y llevando consigo todo su jaleo de romería estival. Algunas horas después la mayoría de ellos culmina la subida en una sugerente cascada, la mayor del recorrido que señala para muchos el punto de retorno y el merendero natural donde dar buena cuenta de la tortilla de patatas o el bocadillo de chorizo. Semejantes imágenes causan estragos en la estética y belleza idílicas del lugar y es que el mes de agosto provoca esta y otras muchas calamidades.



Las ardillas que bajan a beber al río, las mariposas que despliegan sus alas al sol y las arañas enormes que traman su red en un vacío aparente son algunas de las especies con las que puedes tropezarte en las riberas del río.

Pronto llegamos a estos desfiladeros que llaman "cahorros", pasillos de roca viva moldeados por la corriente del agua. Es una ocasión perfecta para detener la marcha un momento y recrearse en la hospitalidad umbría que ofrecen sus galerías sinuosas al tiempo que escuchar el sonido del agua que reverbera en sus paredes.

Fiado en la seguridad de su paso firme el Juaki deja patente su legendaria habilidad para caminar sin mayores dificultades sobre rocas húmedas y tambaleantes haciendo gala de tal equilibrio y potencia de salto que aún hoy provoca el asombro de quienes le conocemos bien. No en vano algunos le llaman "capitán aries".

La frescura y la exuberancia del paisaje que se despliega ante nuestra vista invita a detenerse a menudo a escuchar el bellísimo sonido del agua y aspirar el aire perfumado y balsámico que nos rodea. Es obligado detenerse durante unos instantes para procurar confundirse con la naturaleza como hago yo aquí posado sobre esta piedra intentando pasar por una rana con camiseta adidas.

Ahora sí ha llegado el momento del baño en uno de los muchos jacuzzis naturales que conforma el río siempre en consorcio con sus pulidas piedras . Estas pozas son un auténtico regalo para la vista y un gozo aún mayor para todos los sentidos de quien se sumerge en ellas en un día tan caluroso como este. Resulta reparador y gratísimo el efecto de los chorros y saltos de agua que masajean la espalda del bañista que sabe situarse estratégicamente.

Salimos de las frescas pozas no sin algún pesar y retomamos el curso del río que baja de la montaña mientras nosotros la subimos. El Juaki invita aquí a continuar en la búsqueda de nuevos estímulos y espectaculares parajes señalando el camino a seguir de un recorrido que ya comienza a hacerse más frondoso en su vegetación y más escarpado en su discurrir a medida que ganamos altura.



El bosque en galería se cierne sobre nosotros y el lecho del río se hace más difícil de transitar pero ello lejos de suponer un inconveniente para nosotros nos proporciona buenos momentos de diversión y nos obliga a concentrarnos en lo que hacemos poniendo atención en cada paso para asegurarnos de la firmeza del suelo antes de fijar el pie.

¡Qué alegría poder beber sin temor en las cascadas cristalinas a cada paso del camino!

El Juaki en su desconocimiento del miedo intenta siempre las peripecias más atrevidas y aborda a menudo los obstáculos del terreno por su cara más inaccesible, a veces sólo por el puro placer de ponerse a prueba confiando en unas habilidades que raramente le fallan.

Una de esas raras ocasiones parece haber llegado y el Juaki al fin "besa la lona" en una teatral caída tras intentar el asalto frontal a la cascada de la imagen anterior. Al menos eso creía yo hasta que confesó poco después que todo había sido un puro fingimiento para darse ocasión de probar la impermeabilidad de su nueva mochila.



Sí amigos, el picacho que allí veis no miente sino que dice bien a las claras que estamos ya en la sierra alta. También señala la cercanía de la presa y por tanto el final de nuestro camino de ida. Atrás quedaron hace mucho tiempo los domingueros y demás veraneantes sin mayores ambiciones. Nosotros cuando lleguemos a la cercana presa emprenderemos el regreso, pero no deshaciendo el mismo camino que nos ha llevado hasta aquí, pues aborrecemos la monotonía de contemplar a la vuelta el mismo paisaje que ya descubrimos durante la ida. No, volveremos a nuestro punto de partida por otro sendero ajeno al río, de cuya presencia sólo tendremos noticia por el lejano eco del fragor de su corriente... CONTINUARÁ

Fotos: Juaki y Carlos
Guión: Carlos